EL EQUIPAMIENTO, NUESTRO AMIGO

Tenemos que entender que en la jungla del asfalto, donde pareciera que las licencias de conducir vienen de regalo con el huevo kinder, los motoristas somos los usuarios más vulnerables. Estamos literalmente vendidos a las inclemencias atmosféricas y a la temeraria conducción de más de uno. Nuestro cuerpo no es más que una extensión de la carrocería, absorbiendo toda la energía en caso de accidente.

Ante esto, estamos en la obligación de actuar. Y hay que actuar porque los números nos indican que lejos de mejorar, el número de accidentes (mortales o no), no hace más que aumentar. La primera medida -y la más importante- es entender la importancia del casco y saber elegir cuál nos conviene más.

Después pasaremos a aumentar y mejorar el número de elementos de seguridad pasiva como motoristas. Vamos a analizar a continuación qué equipamiento necesitamos para montar en moto. Con ellos, reducimos el riesgo de sufrir lesiones en caso de accidentes, y al mismo tiempo nos preparamos ante un tiempo desfavorable.

LA IMPORTANCIA DE LA CHAQUETA

Llega el invierno, te vas al armario, lo levantas a pulso y sacudes hasta que caiga cada una de las prendas que tienes guardada para la ocasión. Respiras hondo, y empiezas a echarte capas encima: térmica interior, térmica de mangas largas, jersey, chaqueta, chupa, sudadera, otra sudadera…

¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!

No hay necesidad compañeros. Dos o tres buenas prendas son más que suficientes. Al menos para la mayoría de climas que nos podemos encontrar a lo largo del año. Por ejemplo, una térmica, una camiseta corta/larga y nuestra chaqueta de moto.

Tenemos que mentalizarnos que vamos a conducir en moto. Prepararnos para la duración de nuestro trayecto, entender la responsabilidad que conlleva y actuar acorde a ello está en nosotros. ¡No olvidemos contar con el cambio de temperatura al volver!

Me duele el corazón de ver a motoristas en chándal. No vas a natación con vaqueros, ni de senderismo descalzo. ¿Por qué montas en moto sin una chaqueta diseñada para ello?

Y este hecho no cambia al moverte por ciudad. El asfalto de la urbe sigue sin ser mantequilla, compañeros. Aunque la preparación necesaria variará para ir a trabajar a 15 minutos de casa, el equipamiento recomendado no debería. Del mismo modo que no vamos sin cinturón, por pequeño que sea el trayecto. ¿Porque no vamos, verdad?

¿QUÉ DIFERENCIA A UNA BUENA CHAQUETA?

La chaqueta debe de contar con protecciones en codos, hombros y espalda. Estas son las partes más vulnerables en caso de comer asfalto. A su vez, tenemos que exigir que cuente con elementos reflectantes para hacernos ver en la carretera, especialmente de noche o en situaciones donde la visibilidad es reducida.

Además, debemos considerar en nuestra elección otros factores importantes. El número de bolsillos, para guardar la documentación, móvil, etc. Mangas estrechas regulables, que nos permitan ceñirnos el guante a la muñeca en invierno cerrando el paso del aire. Y por supuesto que sea impermeable. Una cremallera central de doble cierre o sellado siempre será bienvenida.

Si lo que buscamos es el ahorro, olvídate de comprar una barata para invierno y otra barata para verano. Acabarán durando lo que una 125cc antes de dar el salto. Piensa que con un poco más de esfuerzo puedes conseguir una sólo, para toda la vida. Para ello asegúrate de que cuenta con elementos de ventilación y transpiración para los días de calor, además de forros extraíbles para que decidamos con cuantas capas queremos salir en función del tiempo. ¡2×1! ¿Hacemos las cuentas?

En cuanto a los materiales más comunes, encontramos principalmente el cuero (micro perforado para verano) y la cordura (con el punto más grande para verano). Si lo que nos preocupa es el diseño, y buscamos algo de aspecto más casual, hoy día cuentas con infinitas opciones. Las chaquetas de ¾ para moverse en ciudad, por ejemplo.

EL PANTALÓN

¿Qué le tenemos que pedir a la segunda parte de nuestro equipamiento, el pantalón?

Exactamente lo mismo que le pedimos a nuestra chaqueta: que abrigue pero ventile, impermeable pero que también transpire, con rodilleras, forros extraíbles para regular la temperatura, bolsillos… Pero antes de nada debemos tener claro el uso que le vamos a dar a los mismos, y la época del año en la que vamos a necesitarlos.

En primer lugar, si buscamos usarlo para rutas o viajes largos, os recomendamos decantaros por cordura o piel. Mientras que si queremos darle un uso urbano, querríamos un pantalón vaquero reforzado. Así podemos bajarnos de la moto sin llamar la atención en otro ambiente diferente.

Con reforzado queremos hacer énfasis en que un vaquero común no está diseñado para soportar la abrasión que produce el impacto contra el asfalto. Un ejemplo claro de lo que buscamos sería el kevlar. Esta fibra sintética altamente resistente al calor y ligera al mismo tiempo, se emplea hoy día en vaqueros para moto.

En segundo lugar, el tipo de pantalón que usemos será diferente en función de la estación. En verano no vas a querer ver al cuero o la cordura ni en pintura. En invierno, sin embargo, volverás a prometerles amor eterno.

Otro detalle que queremos incluir en la lista serían protecciones en las rodillas y caderas.  Muchos de los pantalones de moto que hay en el mercado actual vienen preparados para insertarlas por separado, o las incluyen. Es importante comprobar la facilidad de las mismas para ser extraídas y colocadas, ya que algunas pueden parecer diseñadas para desesperarnos.

Me gustaría pensar que a estas alturas, nadie está leyendo y releyendo el texto en busca de la palabra “pantalón corto”. ¿Podéis sacar vuestras propias conclusiones, verdad que sí? J

LOS GUANTES

Antes de nada, quiero que penséis en algo. ¿Cuál es nuestro reflejo al caernos?

Extender las manos para amortiguar la caída. Creo que cualquier persona que se haya caído de bruces, con casi total seguridad se le ha levantado la piel, o ha sufrido algún tipo de herida en las manos. Sobre todo si íbamos corriendo, ¿eh o no? Como diríamos por el sur.

Dicho esto, quedan descartados guantes de vestir, de nieve, y sobre todo de lana (por favor). Se me saltan las lágrimas de imaginar cómo quedaría una mano cubierta de lana tras la abrasión con el asfalto…

Aclarada la importancia de protegerse las manos, con los guantes para la moto tenemos que tener claro desde el primer momento que vamos a necesitar un par mínimo: uno para verano, y otro para invierno.

A los de verano le queremos pedir principalmente que nos protejan del calor y la consiguiente sudoración. Deben de estar diseñados para neutralizar el sudor, ya que el sudor puede jugarnos una mala pasada a la hora de acelerar o frenar.

Por otro lado, a los de invierno queremos pedirle que protejan nudillos y palma, que aíslen del frío lo mejor posible, que sean impermeables, y que nos quiten la mínima sensibilidad posible (puede ser un desafío conducir con determinados modelos excesivamente gruesos).

Es interesante también fijarse en la manga. Lo ideal es que el equipamiento de nuestros guantes y la chaqueta sea un continuo, aislando correctamente del frío. Un último detalle bastante útil sería el engomado en el dedo índice, permitiéndonos quitar la lluvia de la pantalla de nuestro casco.

LAS BOTAS

Lo tenemos claro, las botas de moto han de cumplir unas características muy concretas: seguridad, protección (sobre todo en tobillos y punta reforzada para los dedos), antideslizantes, e impermeables. Una vez que cumplan estos primeros requisitos, podremos decantarnos en función de la comodidad que ofrecen y su diseño.

Como apunte, las botas de velcro son más seguras que las de cordones -a no ser que estos incluyan un segundo tipo de cierre-. Llevar los cordones desatados puede darnos un susto que queremos evitar a toda costa.

Las botas quizá sean el elemento de seguridad pasiva más difícil de disimular. A todos nos gustaría que protejan, sin ser exclusivas para la moto. Pero lo cierto es que para rutas o viajes largos lo más recomendable son botas de caña alta, y estas son lo que son: botas diseñadas para montar en moto de manera habitual. A pesar de ello, hoy día podemos encontrar modelos urbanos de caña baja que pasan bastante desapercibidos.

Una opción interesante serían las botas versátiles. Estas pueden desmontarse en función de tus necesidades y el tiempo. Así, la caña alta te protegería del calor de la moto en rutas o viajes largos, mientras que la caña baja sería ideal para trayectos cortos o urbanos.

Aun así, con la subida de las temperaturas en verano, no nos cansamos de ver a ciertos elementos que salen en moto… ¡¡en chanclas!! No pedimos que te pasees por la orilla con tus botas de touring de caña alta. Pero es tan simple como echar las chanclas a la mochila, baúl, o sillín. Una caída sobre asfalto hirviendo, sin protección alguna, es simplemente grotesco.  Prima cercana de la caída con guantes de lana.

EL CUELLO

En invierno, vamos a necesitar protegernos la garganta del frío. Para ello contamos con bufandas, o los más indicados para conducir en moto como el verdugo/sotocasco y la braga Buff®.

Por un lado el verdugo, también conocido como sotocasco. Es más fácil de colocar con el casco y aísla mejor del frío, al cubrir la totalidad del cuello y la cabeza. La braga Buff® sería una opción más versátil. Aunque no protege tanto como el sotocasco ni del frío ni del viento, se puede usar en diversas actividades. Sus diseños son, además, mucho más variados.

Como consejo, la braga Buff® es claramente la más recomendado a la hora de entrar a una gasolinera.

CONCLUSIONES

Con el paso de los años, el creciente interés en las scooters propició una mayor variedad de productos para motoristas. Hoy día, es tal la demanda que equivalen a más de la mitad de las ventas anuales. Antes toda la ropa del sector era muy exclusiva y desentonaba en otro entorno. Hoy es normal encontrar productos muy logrados que aúnan protección y diseño de una manera muy sutil.

Con eso queremos decir que no hay excusas a la hora de comprar nuestro equipamiento. Todos, con nuestros más y nuestros menos, hemos cometido uno o muchos errores en nuestros comienzos. La falta de dinero e información al respecto llevan a tomar decisiones equivocadas. Pero eso no quita que deba de comentaros cada apartado como si nos fuese la vida en ello porque, literalmente, nos va la vida en ello.

Ahora que ya sabes todo lo necesario para disfrutar tranquilo de tu moto, ¡la pelota está en tu tejado! Para cerrar este capítulo, os dejamos con una cita de la DGT:

Hay que vestirse como si te fueras a caer de la moto

¿Y tú, cómo de bien te equipas?

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